OÍDO Y PROBLEMAS AUDITIVOS - LABERINTECTOMÍA QUÍMICA-VÉRTIGO


BREVE DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO QUIRÚRGICO

El tratamiento del síndrome vertiginoso originado en el oído es fundamentalmente médico –es decir, con medicamentos– pero, cuando se ha llevado a cabo durante un tiempo prudencial y no se ha conseguido la mejoría perseguida, es necesario plantear otros tratamientos. Uno de ellos es la laberintectomía química, mediante la inyección de gentamicina a través del tímpano. En general, mediante este procedimiento se admite una mejoría en las crisis de vértigo en el 80% de los casos. 

El procedimiento se realiza bajo anestesia local. Se administra una dosis de gentamicina a través de una pequeña incisión en la superficie del tímpano o de un microtubo colocado en el tímpano, a tal efecto. 

Esta dosis puede repetirse, en dependencia de criterios distintos, tiempo después. 

En caso de NO EFECTUARSE ESTA INTERVENCIÓN, es muy probable que no cese su sintomatología vertiginosa, únicamente, con el tratamiento médico. 

BENEFICIOS ESPERABLES: Mejoría del síndrome vertiginoso. 

PROCEDIMIENTOS ALTERNATIVOS: El tratamiento médico y otros tipos de laberintectomía, así como la llamada neurectomía vestibular. 

RIESGOS ESPECÍFICOS MÁS FRECUENTES DE ESTE PROCEDIMIENTO

Tras la administración suele producirse una cierta sensación de mareo o inestabilidad, que no suele ser demasiado intensa y que se puede prolongar durante unas horas. En ocasiones, puede desencadenarse una crisis de vértigo giratorio que puede ser más intensa y durar más tiempo, en cuyo caso se precisa la administración de medicaciones denominadas, genéricamente, sedantes vestibulares. 

No se ha demostrado que este tratamiento modifique el acúfeno –ruido en el oído–. Lo habitual es que, éste, permanezca estable aunque, también, pude empeorar de forma, generalmente, temporal. 
Además, puede producirse una hipoacusia –sordera– de intensidad variable e, incluso, la pérdida total de la audición para ese oído.